Contexto
En el 2011 un grupo de jóvenes pontevedreses, retornados después de estudiar fuera de la ciudad, decidieron impulsar un colectivo y un espacio donde realizar actividades culturales alternativas a la oferta existente.
Alquilaron y acondicionaron una antigua iglesia evangélica con jardín, en un barrio degradado, desde donde desarrollan conciertos, ciclos de cine, obras de teatro y todo tipo de iniciativas, incluidas residencias de artistas, para lo cual alquilaron otro establecimiento anexo.
Experiencia
Con bajo presupuesto y sin personal propio, se organizan de manera asamblearia, sin jerarquías y en base a la responsabilidad colectiva. Se autodefinen como okupas que pagan alquiler», pero esto no les resta dificultades para mantener la actividad por la rigidez administrativa y de licencias.
DESTACADO POR:
- En cuatro años de actividad superan los 7.000 asociadxs y más de un ciento de actividades y eventos.
- Son uno de los pocos espacios autogestionados que mantienen un volumen de actividad estable en Galicia.
- Suponen un modelo para todas aquellas personas que se sientan insatisfechas con el que viven en su ciudad o pueblo en términos culturales.