---

Contexto

---

Santiago de Compostela, tiene unos 90.000 habitantes en el censo, mas la población flutúa mucho ya que se trata de una ciudad universitaria y con gran afluencia de turismo atraído por el Camino de Santiago, la espectacularidad de la Catedral y del casco antiguo.

Compostela está situada en el eje de ciudades atlánticas, desde A Coruña hasta Puerto, bien comunicada con el resto y con una cercanía física, pero también cultural con Portugal. Cuenta con una oferta cultural muy amplia sin embargo, una parte importante de esta, está necesitada de resortes que activen a la ciudadanía hacia ella, como en el caso de muchos museos.

El Museo do Pobo Galego, que tiene un ámbito de actuación autonómico, cuenta con un gran apoyo y una buena valoración social y es visita obligada para el colectivo escolar. En el caso concreto del Museo do Pobo Galego cuenta con un estatus de referencia en la comunidad gallega. Aun así, hay otra lectura de los museos etnográficos que los asocia con el pasado, a veces «folclorizado», con el localismo y desde la que se perciben como espacios poco participativos y faltos de dinamismo que tiene como consecuencia poca fidelización y bajo atractivo para las personas por debajo de los 45 años.

El DEAC (Departamento de Educación y Acción Cultural) del Museo do Pobo Galego, por su contacto cotidiano con los públicos es el primero en detectar esto y en exponer la necesidad de renovación y comunicación de las acciones desarrolladas. Desde el DEAC se propone implementar el PEM (Plan Educativo del Museo) con una estrategia que despliegue acciones, siempre asociadas a los contenidos del Museo, pero con un carácter más participativo y en la que se integren las expresiones de la cultura popular actual. Lo que se busca es llegar a aquellas personas que no conocen el Museo, que no lo sienten atractivo o que no volvieron desde su visita escolar. Y fidelizar los existentes. Para acertar mejor con el quien y con el cómo identificamos, en función de criterios demográficos, geográficos, de estilo de vida y psicográficos, a un segmento adulto, de los 30 a los 55 años, y a un segmento joven, de los 18 a los 30 años para los qué era preciso trabajar.

La MICE, primero como Muestra, desde el 2016 ya festival, surge entonces como una de las acciones con las que se pretende dar pasos cualitativos y cuantitativos dentro de una estrategia de dinamismo y actualidad del Museo, buscando nuevas audiencias y trascendiendo el local.

---

Experiencia

---

La MICE, Muestra Internacional de Cine Etnográfico, promovida desde el Departamento de Educación y Acción Cultural del Museo do Pobo Galego, tiene como objetivos divulgar y facilitar el acceso del público a las nuevas, y a las que ya son históricas y paradigmáticas, propuestas audiovisuales que produzcan conocimiento sobre los colectivos sociales y las culturas humanas. A la vez, pretende posibilitar la creación de un espacio de reflexión sobre las relaciones entre la práctica y la teoría antropológica y de las ciencias sociales, y la práctica y la teoría cinematográfica.

Su andadura comenzó en 2005 como Muestra, celebrando en 2017 la décimo segunda edición ya como
certamen, cambio que se dio en 2016. Consta de sección oficial en la que se dan tres premios, dos de ellos con dotación económica, Mejor Película y Mejor Película Gallega, y el Premio del Público. Además del certamen internacional, la organización programa secciones fuera de concurso durante el festival, así como actividades relacionadas con la antropología visual durante el resto del año. Se trata de propuestas donde se aborden temas relacionados con la historia, la etnografía y la antropología cultural, y donde el audiovisual tenga un papel destacado, siempre con el ánimo de mostrar miradas abiertas al mundo que nos rodea.